sábado, 2 de noviembre de 2013

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«Tratan a las chicas como princesas, subiéndoles autoestima para bajarles las bragas»

¿Dolor? Todos lo sentimos.

¿Sabes? Pocos van a ser valientes y leer esto, pero…
No es solo un dolor, son muchos dolores unidos, que forman una bola de
depresión. 

Adolescencia, todos hablan de ella, los niños la
desconocen, los adolescentes la desperdiciamos y los adultos la extrañan. Pero,
¿quién nos entiende? Si ni nosotros nos entendemos. Buscamos amor, pero luego
sufrimos. Nos ilusionamos, pero nos desilusionamos enseguida. Juzgamos,
criticamos pero no superamos. Seguimos modas, para sentirnos mejor. A veces
todo es blanco, luego es negro. Deseamos tener un físico en vez de un talento.
Queremos todo sin tener que hacer nada. ¿Quién sabe lo que nos pasa por la
cabeza? ¿Quién entiende lo que es enamorarse de un idiota? ¿Quién sufre por
amor, por familia, por estudios y aún así tiene una sonrisa dibujada? ¿Quién
tiene cambios en el cuerpo, quién se siente inferior, quién se siente
marginado, quién sabe lo que es caerse una, y otra, y otra vez? ¿Quién tiene
que soportar el mal humor de los profesores, que descargan sus problemas en las
clases?¿quién empieza a tener responsabilidades, empezar a crear un futuro,
caer en la triste realidad de que no existen los espías súper secretos de las
películas ni las princesas, que tienes que llegar más lejos sin decepcionar a
sus padres? Dime quiénes somos los que tenemos toda esa presión, la que NINGÚN
adulto entiende, esos que dicen que ya pasaron por nuestra edad, pero no
entienden que no es como antes. Para ellos solo nos emborrachamos, nos drogamos
y somos vagos. ¿Dolor? Todos lo sentimos. Pero el peor dolor es la decepción,
es la desilusión, es caer en la realidad. Es saber que si te duermes en el
sofá, te levantas ahí. Si no vistes bien, das asco. Si llevas capucha, eres
ladrón. Si sigues tu sueño se ríen de ti. Si andas en Skate, te drogas. Si no
tienes un móvil, no existes. Si piensas distinto, te marginan. No es fácil ser
adolescente, pero es el aprendizaje más grande que vamos a tener en nuestras
vidas. Son las experiencias que vamos a contarles a nuestros hijos y nietos.
Son las cosas que marcan y quedan para siempre, y solo se viven una vez. Una
caída es una lección, y de eso se trata la adolescencia, de caerse y reírse,
porque te puedes levantar y sabes que no será la primera ni la última caída. Es
ahora o nunca.
Es triste vivir en un mundo donde la apariencia vale más que la personalidad.

No dependas de NADIE en este mundo, porque hasta tu propia sombra te abandona cuando estás en la oscuridad.

Dame excusas, que yo te daré razones.


"Si te he hecho daño en algún momento perdóname,
suelo dañar a quien se acerca demasiado a mi corazón… mecanismo de auto
defensa"


Tengo que dejarte ir. Tengo que olvidar todos esos
momentos, perdón, todos esos buenos momentos contigo. Tengo que pensar que ya
nunca te veré. Tengo que sacarte de mi vida.



Ella no es como las otras. Un día ella se siente
feliz, luego triste, confundida, rota o perdida. Pero todos los días la
tristeza se sobrepone. Ella piensa constantemente que escapará algún día. Su
mente repite los mismos pensamientos todos los días. Ella quiere huir, quiere
irse lejos.


"Sólo me queda confiar en que algún día los
recuerdos ya no dolerán."

Esas putas ganas que tengo de que me hables tú primero, crecen por momentos.
Me conecto, estás conectado. Todo va bien... Pongo estados, comento en tablones, subo fotos. Hago de todo.
Al ver que ni me abres conversación, abro tu ventana, como siempre. Y pongo un ''Holaa''.... Vale, mi orgullo me supera, mis ganas de enviártelo aumentan, pero por mi orgullo, lo borro. Borro esa palabra...
Minimizo la ventana, la dejo a un lado.
Los demás me hablan, menos tú.
Después cuando se desconecta la mayoría, voy cerrando sus ventanas, hasta que ya no me queda nadie, salvo tú.
Vuelvo a abrir tu ventana, a la espera de que aparezca en un cuadrito verde un maldito uno... 
Pero nada. Pasan los minutos, y tú sigues conectado. Después, empiezo a pensar que me ignoras, que no quieres saber nada de mi, que no tienes ganas de hablar, o que no estás, que dejaste el tuenti abierto y no te has dado de cuenta..
Pasan más minutos, y yo me aburro. Pierdo las esperanzas. Le doy a actualizar, y sales tú primero. Con un estado, 4 amigas nuevas...
Me quedo; ¿En serio? 
Se olvida de mi. Me olvida.
Sigues conectado, joder.
¿De verdad le importo algo?-- Pienso...
Pongo estados sin tino, comento, sigo subiendo fotos... Quiero que cuando le des a actualizar, veas que estoy conectada.. Pero.. NADA.
NADA DE NADA.
Te desconectas... Y pienso, que ni para ti existo.

No es fácil...

No es fácil pensar que se acabó. Que acabaron los momentos a tu lado, que no volverás, aceptarlo no es fácil. Pero tiene que ser así y en eso estamos de acuerdo. No digo que sea lo último que voy a sentir, no. Pero, que sepas que te sigo queriendo como en el primer momento que te conocí.
Y es que, día tras día, trato de convencerme a mi misma de que tengo que dejarte a un lado, dejarte atrás. Olvidar todos esos momentos compartidos, esos recuerdos que me hacen tanto y tanto daño. Cuando llevo parte del día sin pensar en ti, intentándolo al menos, algo viene a mi y me hace volver a ti, me hace volver a recordarte ... un perfume por la calle, una camisa igual que la tuya pero puesta en otro, un lugar, una canción, alguna frase o incluso risas parecidas. Si pudiera metería cada uno de esos recuerdos en una botella de cristal y los tiraría al mar. Que las corrientes decidieran un paradero fijo. Un viaje de ida. Sin vuelta atrás. Ni un estúpido pensamiento deja de tener tu nombre y tus apellidos. Y ahí estás tú, ajeno a todo esto, y digo ajeno, porque es lo que has decidido. No comprendo como puedes dar pasos hacia delante sin acordarte de mi y yo sentir todo esto que siento.
¿Cómo puede ser tan diferente cuando hemos vivido la misma historia los dos, juntos?
Explícame como lo haces, cómo haces para olvidarte de eses ''Buenos días dormilón'', de los mensajes que yo te enviaba. Dime en qué piensas, pero sobre todo. Dime si un día me amaste. No voy a recriminarte nada, no voy a reprocharte ni a echarte en cara nada, ni si quiera me enfadaré. Solo dime como puedo pensar y asumir, que lo nuestro no fue real, que lo nuestro fue producto de la imaginación. Dime que pasos he de seguir para ser ajena a esto, para que los recuerdos no me hagan más daño, cómo puedo olvidarte tan fácilmente, como tú me olvidaste a mi.

:)

Te quiero, PERO CONMIGO.





Asomada al vacío, con el viento azotando tu cuerpo, el corazón te late desbocado y las lágrimas recorren tu rostro. Tienes miedo, porque el suicidio es una forma cobarde de acabar la vida que solo los valientes emplean. Simplemente pides un minuto por ti, respeto por tu decisión; pero allá abajo, una multitud grita que pares, que no lo hagas y tu reprimes un sollozo. Es triste ver como la gente que te destrozó la vida, ahora te deja sin capacidad de elegir tu final. Tu miedo crece y te paraliza, pensamientos enfrentados se cruzan en tu mente: acabarás de una forma memorable, nadie te olvidará … Pero habrás dado el espectáculo que esperan, crees que aún hay alguien ahí que te quiere, ¿seguro? Quizá no es demasiado tarde … Lo es, una parte de ti quiere que todo esto acabe, de una forma o de otra, que estos agobiantes minutos finalicen, aunque sigas viva, respiras hondo y te preparas para tu último vuelo.
Esta vez, con las alas cortadas …